Ante las 3.000 personas que llenaban el Velódromo, la sala más grande del festival de San Sebastián, Cruz y Bardem compartieron sonrisas, complicidad y emoción.
“Impresiona estrenar en un escenario así”, era el comentario que repetían. La alfombra roja parecía de los Oscar. Penélope lucía un precioso vestido de Versace.
El público del Velódromo les aplaudió con fuerza y ellos respondían con sinceridad: “Gracias a por darnos esta posibilidad” y así se despidieron.